Qué bonito es entender
que no consiga imaginarme sin tu amor, ya ves,
qué bonito es.
Qué bonito es entender
que cada paso que tْ des también yo lo daré, ya ves,
sin preguntarte.
Los silencios nunca quieren ser
los que guarden tanto que perder,
lo que no se puede ver, ya ves,
que no lo quieren ser.
El destino tiene miedo de saber
dÙŽnde irÙ„ parar el tren,
dÙŽnde irÙ„ a caer.
No lo puedes ver, ya ves,
que no lo deja ver.
Y ya lo sabes, corazÙŽn,
que no hay mÙ„s gritos que esta voz,
y va tan fuerte que también
se asusta el aire.
Y por el aire te daré
lo mÙ„s dificil de tener,
la confianza que tÙ’ a mÙŠ
me regalaste.
Qué difيcil es saber
cَmo escapar de cada noche en la que tْ no estés.
Qué difيcil es.
Qué difيcil es tener
lo mÙ„s sencillo y conservarlo bien, ya ves,
también me lo enseٌaste.
El principio siempre quiere ser
el que diga cÙŽmo debe ser,
porque tiene tanta fe, ya ves,
el tiempo va al revés.
No hay ni un dÙŠa en que no quiera ser,
ni un segundo en el que no aprender,
ni un minuto mÙ„s de ayer, no toca perder.
Y ya lo sabes, corazÙŽn,
no hay mÙ„s gritos que esta voz,
y va tan fuerte que también
se asusta el aire.
Y por el aire te daré
lo mÙ„s dificil de tener,
la confianza que tÙ’ a mÙŠ
me regalaste.
Qué bonito es entender.
Qué bonito es saber de ti.
Amor.