Acusado varias veces del robo de instrumentos médicos,
tocamientos indebidos en la sala de operaciones,
copulaciones post mórtem con pacientes fallecidos
y uso de estupefacientes en el centro de trabajo.
Su expulsión del hospital fue cuestión de tiempo.
La primera plana con su foto los sorprendió.
Las aberraciones cometidas indignaron a todos
por su premeditación, crueldad y perversión sexual.
Secuestrar, mutilar y penetrar.
Torturar, violar y eyacular.
Asfixiar, desmembrar y copular.
Cocinar, consumir y defecar.
Atacaba por las noches a las chicas indefensas,
un paño con cloroformo las hacÃa dormir.
En la cajuela del auto eran transportadas
hasta la casa que serÃa en su prisión.
Amordazadas sobre viejas camillas,
esperaban con horror que les llegara el turno.
Su futuro estaba escrito: sufrimiento y muerte.
Su vida estaba en las manos del mutilador acrotomófÃlo.
Una extraña parafilia llevada al extremo:
los cuerpos mutilados le causaban excitación.
Cada noche escogÃa una de sus prisioneras.
Violaciones demenciales sobre un charco de sangre.